Maria D Pemberthy
Venden unas deliciosas empanadas de pollo o carne, son las más small, re pequeñas empanadas pero ricas. También son ricos los mini palitos de queso, aunque no son los mejores, y los chuzos de pollo son medianos y ricos.
Recomendaciones: es una casa en toda una esquina de una avenida principal, no cuenta con parqueaderos, sin embargo se puede buscar en el mismo barrio dónde parquear. Filas muy largas, ir con paciencia para comprar o consumir aunque son súper rápidos al atender.
Precios entre 1000-13000 (empanadas a 900, chuzos 13mil y palitos de queso 1400, cervezas 5mil
Servicio⭐️⭐️⭐️⭐️
Lugar: ⭐️⭐️⭐️⭐️
Carlos Arguello
No puedo decir nada de la comida ni del servicio porque sencillamente un día ni pudimos entrar y el segundo cuando entramos el pago sólo en efectivo. Como es posible que a estas alturas un negocio reconocido como estos no tengas otros medios de pagos que sólo efectivo. Eso solo da una respuesta, doble facturación y evasión de impuestos. Y las autoridades? Bien gracias.
Sofía Mejía
Las empanadas y palitos son muy ricos. Sin embargo tienen una logística de domicilio PÉSIMA. Se demoraron 2 horas en entregarme el pedido, cuando la promesa de espera que presentan es de 1 hora y se quedan cortos en las disculpas, sin buenos argumentos y sin calidad de fidelizar al cliente.
Daniela Correa
El lugar es agradable. Es una casa vieja con una decoración agradable. Sin embargo, tiene muchas más mesas y sillas de las que caben en realidad, así que el espacio se satura fácilmente y te enteras más de la conversación de tus vecinos que la de tu mesa.
El servicio es terrible. Nadie va por su propia iniciativa a la mesa y hay que insistir constantemente para que te tomen la orden, sin contar la demora en que efectivamente llegue. El chuzo y las arepas que le acompañan son muy ricos, los palitos de queso un poco menos y las empanadas son microscópicas.
Únicamente reciben efectivo y no hay cajeros cerca.
Valeria Berrío
Los mejores mini palitos de queso y empanaditas del mundo 😍 este lugar es muy tradicional y el ambiente es espectacular. Cuando entras allí sientes que se detiene el tiempo, todo transcurre más lento y tranquilo, con música tradicional, los meseros son muy amables y atentos.
Aunque no hay mucha variedad en el menú, no se necesita más!
Es perfecto para ir después de un día pesado en la oficina a distraerse solo o con los compañeros del trabajo a tomarse una cerveza y a picar algo.