El Barco de Buena Mar

Servicio muy lento, mas de una hora a esperar un plato y más de 45 minutos para una entrada... El sabor debe mejorar en muchos platos. Los mariscos eran bueno, pero el largo rojo frito muy seco y sin buen sabor a pescado. Caro para la posición donde está y el hecho que no sea un restaurante de lujo. Particular y bonito el lugar, da la impresión de estar en un barco

Increíble. Excepto las escaleras de acceso todo maravilloso, aunque no sé las salidas de emergencia y todo eso.... de ahí que les quite una estrella.
Porque la calidad de su comida, la amabilidad, simpatía y profesionalidad de su personal, la originalidad del sitio.... todo
maravilloso y difícil de superar.
Y un precio excepcional hasta para los que pagan en pesos. Imaginad si me hubieran dejado pagar a mí que pago en euros... tirado de precio....
Enhorabuena.

Excelente comida. Cocinan muy bien. Pero como es de buena la comida, es de mal el servicio. Nos atendió una señora que se le notaba que no quería estar ahí. Hubo un momento en el cual le llamé la atención (por qué no venía nunca a preguntar si necesitábamos algo) y me ignoro por completo. Cuando vi que no me "escucho" me repetí tres veces cada vez más volumen, todos los del restaurante voltearon a mirarme, menos la señora que nos atendía. Le tocó a una de las de la cocina que si nos vio decirle a la señora que nos atendiera. Mi mamá le pidió un pitillo a la señora cuando por fin nos atendió, nunca se lo trajo. Cuando terminamos la sobremesa, nunca nos preguntó si queríamos algo más de tomar. Cuando terminamos de comer, nunca nos ofreció la cuenta aunque estábamos pendiente de que nos mirara. Me tocó ir hasta el frente donde estaba el QR a preguntarles a las de la cocina que si podía transferir. Llegó la señora mientras lo hacía y me preguntó que si yo quería incluir el servicio, le dije que no y nunca me dio el total para pagar. Me tocó hacer la cuenta yo mismo.

De verdad, so van a ir vayan con mucha paciencia porque nosotros esperamos 1 hora y 45 minutos para que llegara la comida. Y aguantarse pésimo pésimo servicio.

Excelente, una experiencia realmente fascinante

Un restaurante escondido en medio de una distribuidora de pescados y mariscos, sube por una escalera de caracol que uno no sabe a dónde lo va llevar y al llegar al segundo piso encuentra un restaurante con un ambiente espectacular, nosotros nos ubicamos en el tercer piso y el ambiente es como un barco antiguo muy bonito. La comida muy buena, probamos la cazuela de mariscos, la de filetes y el pargo rojo, todo preparado en el momento, eso lo hace un poco demorado, pero vale la pena totalmente. El servicio muy bueno, muy atenta la señorita que nos atendió y hasta tienen una campana para llamar si se necesita algo. Muy recomendable